Era uno de los miembros emblemáticos de la Defensa Civil en el Meta conocido como ‘Civilito’, quien durante 30 años sirvió a la institución. El cuerpo de socorro y los vecinos lamentan su partida repentina.
El voluntariado naranja, se encuentra de luto por el fallecimiento de uno de sus hombres, el reconocido socorrista Pedro Hernán Pardo, quien durante más de tres décadas se dedicó a atender las emergencias de Villavicencio y el departamento del Meta.
Héroe de mil batallas
Este guerrero de las emergencias, curtido en mil batallas, durante el tiempo de servicio a la institución atendió toda clase de calamidades a donde el deber lo llamó para salvar vidas y brindar un poco de consuelo a quienes lo perdieron todo por catástrofes naturales como inundación y accidentes.
Hacía seis años se había retirado del trabajo operativo, pero seguía vinculado a la Defensa Civil, sus compañeros de lucha lo recuerda como un extraordinario ser humano, noble y entregado al oficio de ayudar a los demás.
En la memoria de quienes hacen parte de la institución permanecen anécdotas por su carisma y experiencia para atender cuanta eventualidad se presentaba, sin embargo una penosa enfermedad se lo llevó, en las última horas, dejando un gran vació.
Cercanos al fallecido indicaron a Jamesinforma, que ‘Civilito’ llevaba un tiempo padeciendo la dolencia, pero su partida fue tranquila y dejó de sufrir los quebrantos de salud que lo agobiaban.
Será homenajeado
Hoy quienes lo acompañaron durante las largas jornadas de labores lo recuerdan como un hombre sencillo y entusiasta. Jorge Díaz Martínez, director de la entidad naranja, lamenta su fallecimiento y siente que este momento de pandemia no se pueda despedir como se debiera alguien que lo dio todo por el órgano de socorro, pero espera que cuando toda esta emergencia pase hacerle un homenaje “a un héroe que viajó a la eternidad al encuentro con el creador”.
En estos momentos de fuertes precipitaciones en esta zona país, la Defensa Civil ha atendido un sinnúmero de calamidades en más de diez municipios que han salido afectados por las crecientes de los ríos que surcan el vasto territorio del Meta, “los hombre y mujeres que hacen parte de esta noble organización, dedican parte de su tiempo a colaborar atendiendo emergencia, donde se presenten, sin importar el clima, tiempo y riesgo que tengan que afrontar, se convierten en ángeles caídos del cielo, cuando las incertidumbre, el temor y la adversidad se apoderan de quienes necesitan su ayuda y así era él”, afirmó el director de la institución de voluntariado.