Cuatro personas en situación calle habitan desde hace varios meses en el viaducto del reconocido sector, por falta de trabajo y oportunidades para salir adelante y tener una vida digna.
Cada día las condiciones de la ciudad y la economía de la región llevan a diferentes comunidades a vivir toda clase de padecimientos y angustias, que tienen que enfrentar extremas condiciones, para poder sobrevivir. El puente de la reconocida zona de la Av. 40 cerca de un populoso centro comercial de la ciudad. Allí, cuatro ciudadanos llevan varios meses instalados porque no tienen recursos para pagar un arriendo o el alquiler de una habitación que les dé abrigo.
En abandono total
Afrontan toda clase de riesgos; se exponen a los peligros diarios de la naturaleza del lugar, ya que el río amenaza con inundar la zona donde pernotan, la humedad, el frío y el hambre son las preocupaciones cotidianas de estos desdichados que han tenido que sortear aparte de sus privaciones básicas para subsistir, también deben soportar la indiferencia y la atimía de la sociedad que los rechaza por vivir en las condiciones en las que están sometidos.
Carlos Arturo Aya de 63 años de edad, constructor de profesión, lleva dos años viviendo en este lugar, comenta que desde ese tiempo está residiendo en dicho sitio debido a que su familia vive lejos y no le presta ayuda, fue desterrado del sitio donde vive hoy por varios meses por consumidores de vicio y delincuentes que se habían tomado área para hacer sus fechorías.
Durante un tiempo le tocó deambular el sector para buscar refugio, comenta que por ser un anciano era rechazado por los demás habitantes en condición de calle. Después de un tiempo conoció a Jorge Jimmy Ortega de 45 años, víctima de la violencia en Antioquia, quien desde hace varios años se mudó a los Llanos Orientales donde trabajó en varios oficios, como limpia vidrios en los semáforos, pero después de la declaración de la cuarentena por el Gobierno Nacional, le ha tocado vivir de la caridad, situación en la cual no está acostumbrado.
Necesitan apoyo
Hoy este hombre pide a los ciudadanos de bien y al Estado un apoyo para salir de la inopia en la que vive. Lleva seis meses residiendo en la plataforma del puente del reconocido lugar, le tocó a él, dos amigos más con los que vive y con don Carlos, desterrado del espacio convertido por años en su hogar; rivalizar con los pillos y consumidores que se habían apoderado del sitio donde el abuelo había vivido por largos 48 meses.
Indica que esta dificultad no fue fácil de lograr, les tocó a los cuatro con mucho sacrifico sacar a estos individuos que no querían salir del sitio que les habían arrebatado. Comenta que en las noches los visitaban los malandros para sacarlos de su sitio de residencia, pero contra viento y marea han luchado para pelar por lo que estos cuatro valientes de la calle siente que es lo único que les pertenece.